Friday, March 25, 2016


Cómo prescribir una de sillas de ruedas 

L.T.O. Gabriela G. García

Desde la antigua China tenemos antecedentes de las sillas de ruedas, siendo un aditamento que encontramos de manera accesible en muchos lugares, desde ortopedias y distribuidores autorizados, hasta en el super mercado. La importancia del uso y funcionamiento de las ayudas técnicas que  utilizan  los  usuarios , radica  en  la correcta elección de las mismas, esto en base al análisis funcional de cada paciente, por ende, la principal pregunta que debemos hacernos al seleccionar una silla de ruedas, es ¿Cómo decidimos cuál es la correcta? la respuesta a esta pregunta, es lo que se traducirá de manera positiva en una mejora  de la calidad de vida del paciente, o desde una perspectiva negativa en una complicación a largo plazo. 

El protocolo que debemos seguir, es el mismo que se hace antes de comenzar cualquier juicio: una valoración. Los parámetros que debemos de considerar para la prescripción de sillas de ruedas son específicos, para lograr idear la herramienta adecuada para cada paciente, lo que debemos considerar como terapeutas ocupacionales , es el beneficio a corto y largo plazo que se puede generar con dicha ayuda. 

Existe una extensa variedad de sillas de ruedas en el mercado, así como una clasificación y certificación ISO 9999 que se refiere a productos de asistencia para personas con discapacidad, donde podemos encontrar los criterios a considerar en cuanto al funcionamiento y elaboración de sillas de ruedas, para cerciorar la seguridad y calidad en cuanto a materiales y diseño de las mismas. 

Para  poder  elegir  una  silla , es  preciso  conocer las diferentes clasificaciones que existen dentro de este ámbito, existen sillas para uso interior, que por lo general son sillas denominadas “de traslado” con ruedas pequeñas que el usuario no logra alcanzar para autopropulsión y requieren  siempre  de  un  ayudante que será el encargado de impulsar a la persona trasladada. Tenemos una versión motorizada de este mismo concepto que es lo que llamamos  “scooter”  lo asociamos con adultos mayores que pueden caminar, pero tiene limitación en la velocidad y se fatigan con rapidez. 
Pensando en exteriores, tenemos sillas para pacientes “activos”  que  son  por  lo general sillas ligeras (entre 7 y 10 kilos de peso) que el paciente puede manejarlas e incluso cargarlas para realizar transferencias  y  traslados .  

Tenemos otra categoría que se denomina “Sillas Multifuncionales” estas, nos permiten un mayor soporte a nivel postural, son sillas ideales para pacientes con poca movilidad o que requieren de mucha ayuda para evitar posiciones contraproducentes que pueden llevarlos a desarrollar deformidades o contrataras debido a  la falta de control en el tono muscular, lo que se traduce a espasticidad o hipotonía dependiendo de la estructura a nivel de sistema nervioso central o periférico que se encuentre afectada. 

Antropometría: 

‘La talla correcta para la persona correcta’ es una premisa base en cuanto a la silla de ruedas. Es muy común encontrarnos a niños utilizando sillas para adultos,  esto sólo se traduce a problemas en la columna, dificultad para las transferencias, seguramente los pies de los niños quedarán colgando en el aire, les será difícil alcanzar las ruedas (en caso de tener suficiente función en miembros superiores para autopropulsarse) y la persona responsable del niño, tendrá que cargar una silla más pesada de lo que debería. 

A : Ancho de tronco. Esta medida se toma a la altura del borde inferior de ambas escápulas. Es la que nos dará el ancho del respaldo. 

B: Ancho de cadera: Se hace esta toma considerando la articulación de la cadera, a nivel del trocánter. Esta medida, es la que nos ayuda a considerar el ancho del asiento. 

C: De sacro a escápula: Se toma en consideración desde el asiento donde está apoyado el sacro, hasta el borde inferior de ambas escápulas. Esto nos sirve para determinar la altura del respaldo en caso de que el paciente se pueda autopropulsar.

D: Sacro a C7: De igual manera que en la toma previa, se mide del asiento donde esta el sacro hasta la séptima vértebra cervical. Con esto consideramos la altura del respaldo del paciente cuando no tendrá mucha a actividad de autopropulsión o ésta es nula. 

E: Sacro a sutura sagital: En esta toma, vamos desde el asiento donde se encuentra el sacro hasta la parte mas alta del cráneo. Nos sirve para ubicar la altura del respaldo más el  apoyacabezas. Al tomar esta medida, estamos pensando en alguien que probablemente no tiene control cefálico

F: De sacro a hueco poplíteo: Con esto consideramos el largo del asiento

G: Hueco poplíteo a calcáneo: Gracias a esta medida, podemos saber la longitud y atura del apoya piés, que es a su vez fundamental para la estabilidad de la pelvis. 

Ahora que ya tienes los segmentos a considerar, no olvides llevar tu cinta métrica la siguiente vez que te encuentres involucrado con algún usuario de silla de ruedas. 

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